Portugal

Portugal - de Junio 16 a Julio 06 de 2013

En Portugal, la cultura y el patrimonio poseen características únicas derivadas de los acontecimientos históricos y de la manera de ser de un pueblo que fue aprendiendo con el resto del mundo y adaptando esas novedades a su forma de estar y al territorio.

Gabriel, Evaristo, Fernando y yo al visitar el país percibimos en cada lugar cuáles son esos elementos que forman parte de la personalidad portuguesa. Se encuentran en ciudades, monumentos y paisajes que, de una manera o de otra, también cuentan una parte de la historia del mundo. Por tal motivo, han sido catalogados como Patrimonio de la Humanidad.

La UNESCO ya ha concedido 16 distinciones de Patrimonio de la Humanidad, entre las que se encuentran centros históricos, yacimientos arqueológicos, paisajes culturales, parques naturales y patrimonio inmaterial. Estas contribuciones portuguesas a la historia mundial son de obligada visita y un buen pretexto para conocer el país de norte a sur.

No había tenido oportunidad de escribir y contar sobre mi viaje a Portugal de este año y bueno creo que vale la pena contarlo... ¿Por qué Portugal? Si tuviera que definir Portugal con cuatro adjetivos escogería: viejo, tradicional, alegre y rico

Viejo porque aquí, todo lo que tiene encanto es viejo. Incluso remodelando los lugares, han conservado en todo momento la majestuosidad de los edificios. Podrá sonar exagerado pero es que de verdad que no encuentro una palabra mejor. Los edificios son espectaculares. Las mansiones e incluso las casas, mantienen sus formas antiguas, todas recubiertas de azulejos, en parte por decoración, en parte por protección.

Tradicional porque aún quedan ancianos que reviven cada día las viejas costumbres para la supervivencia. Porque toman La ginjinha, la bebida más tradicional de Lisboa, como olvidar la prueba que hicimos en Óbidos y se bebe en un chupito, como ellos le llaman. También es tradicional porque su cocina conserva un recetario tradicional amplio, como olvidar un buen bacalao de las tantas maneras en que lo preparan.

Alegre, basta con mirar las calles de ciertos pueblos para experimentar la sensación de lo antiguo y la cara de un pasado. Dentro de toda su riqueza cultural y tradicional también hay gente muy pobre, gente que de verdad necesita ayuda, y eso contrasta mucho con la opulencia que parece que tienen las ciudades. Pero saben que, se respira frescor y alegría en su gente, en sus calles y en sus tradiciones.

Rico en cultura e historia. Por todos lados, quedan edificios, fuentes, parques, que cuentan un poquito de la historia y leyenda de Portugal. Rico porque hay lugares donde abunda la naturaleza y también abunda las estupendas vistas para poder disfrutar,

Según vas subiendo al norte, sientes todos los olores y sensaciones de naturaleza: los eucaliptos; el olor de los viñedos; las rosas espectaculares. Algo que me llamó mucho la atención y que impresionaba fue ver en las puntas de las cúpulas de las iglesias antiguas... grandes nidos de cigüeñas, nidos gigantes... del tamaño de una goma de camión más o menos y así de gruesos y las cigüeñas que son muy grandes encima del nido... sin espantarse con la gente. Había muchos nidos y junto con la niebla parecía un cuento de los muñequitos que veía de niño.

Y no sé qué más contarles de mi viaje. Creo que ha sido un viaje que he terminado y la experiencia ha sido espectacular...No será el último eso se los puedo asegurar. Les invito a que lean los relatos y disfruten de las fotos.

LISBOA

La capital portuguesa ha sabido conjugar a la perfección tradición y modernidad. Situada sobre siete colinas en la orilla norte del Tajo, la ciudad de Lisboa, romántica y cosmopolita, presenta sus típicos tejados rojos a los visitantes que deseen conocerla. En el Mar de la Paja, nombre con el que se conoce al estuario del Tajo, se levanta, pese a los esfuerzos que la misma naturaleza ha hecho por destruirla, la que fuera una de las mayores potencias mercantiles del s. XVI

Lisboa es una ciudad que podría contar toda su historia a través de los diferentes monumentos que se encuentran en ella.

Lisboa, es la capital y la ciudad de mayor tamaño de Portugal. En ella, desemboca el río Tajo que se une con el Océano Atlántico. Lisboa, con su cultura diferente deja atrapado al viajero, y con su color dorado, mezcla de oro y ocre, imprime el sabor de lo añejo en fachadas y calles, en tranvías y plazas. La ciudad está unida a la otra orilla por dos puentes: Puente 25 de Abril y Puente Vasco de Gama, este último uno de los más largos del mundo con 18 km (11.8 millas) de longitud.

Si te gusta el bacalao, aprovecha para comerlo allí, que Lisboa tiene la fama. Ahh y no olvides tomar una Super Bock bien fria.

El centro histórico de Lisboa no coincide con el centro económico actual de la ciudad, por lo que muchas veces los turistas que visitan Lisboa por pocos días no tienen la posiblidad de recorrer la zona de más movimiento de la ciudad. Visita al centro de Lisboa desde la Praça dos Restauradores, un lugar diseñado para recordar la liberación de Portugal del dominio español. En este lugar podemos encontrar un obelisco en el centro de la
plaza.

La Baixa es el corazón del centro histórico y es sumamente visitada en Lisboa. Es la parte llana entre las colinas del Castillo y Barrio Alto. Este casco histórico se reconstruyó luego del terremoto de 1755, hoy es una zona comercial y de lujosos hoteles llenos de turistas y empresarios.

Al final de la Baixa, podemos ver un arco de piedra y a continuación se encuentra la Plaza del Comercio, con vista al río Tajo, el punto de reunión de los lisboetas. Desde la Plaza del Comercio y yendo en dirección a la Rua Augusta encontramos la colina donde está el Chiado en el Barrio Alto.

Entre todas estas calle de la Baixa Pombalina, valle que separa el Barrio de Alfama y el Barrio Alto, al cual se podía acceder a través del Elevador de Santa Justa, construido en 1902, por el discípulo de Gustave Eiffel, Raul Mesnier de Ponsard. En la actualidad se accede por unas escaleras mecánicas o través de los famosos tranvías amarillos… Los dos barrios son dignos de visitar…encontrarás tiendas y edificios muy interesantes…

Recorra la Rua Augusta, un hermoso paseo peatonal lleno de restaurantes y tiendas en el corazón de la ciudad. Durante este paseo es infaltable un café. Claro en nuestro caso decidimos por las cervezas artesanales del Museo de la Cerveja.

Castillo de San Jorge. Está ubicado en la colina del centro histórico desde allí tenemos una hermosa vista de la ciudad y del Río Tajo.

Situada en la Alfama, la Catedral Románica de Sé es la catedral más distintiva del distrito. Su construcción fue iniciada por Alfonso Henriques en 1150 d.C. y fue la primera iglesia de la ciudad. También es el lugar donde yacen los restos de San Antonio, el Santo Patrón de Lisboa. El exterior no es particularmente atractivo, pero la catedral tiene su importancia histórica.

Llegamos al Monumento a los Descubridores, donde se destaca la gran rosa de los vientos situada en el suelo, justo a los pies del monumento, que tiene una excelente ubicación para ver el río con su enorme puente colgante “25 de Abril” y en la otra orilla el “Cristo Rey”.

También se encuentra el Monasterio de los Jerónimos y sus jardínes cruzando la calle. El edificio, uno de los más impresionantes y característicos de toda la ciudad, fue nombrado en el año 1983, Patrimonio Mundial por la Unesco.

Los Alrededores de Lisboa. Sintra, Cascais y Estoril

Realizar una excursión por la Costa de Lisboa y la sierra de Sintra le ofrecerá la posibilidad de conocer toda la belleza de los alrededores de Lisboa. En un radio de 25 kilómetros alrededor de Lisboa se encuentran tres de las localidades más atractivas y famosas de Portugal, como son Sintra, Cascais y Estoril.

A solo media hora de Lisboa, Sintra, escondida al pie de la vertiente sur de la sierra, es un verdadero remanso de paz y verdor. En la ciudad vieja se han instalado anticuarios, tiendas de artesanía, elegantes tiendas de moda, restaurantes y salones de té en los que se pueden degustar las deliciosas “queijadas”, unas tartitas dulces de queso que son la especialidad de la ciudad.

Situada a pocos kilómetros de Lisboa y favorecido por la suavidad del clima, Cascais alberga algunas de las mejoras playas de la zona. Esta bonita ciudad se ubica en una hermosa bahía en la Costa del Sol portuguesa, es un tradicional puerto de pesca y un animado y prestigioso lugar de veraneo.
Resulta muy agradable pasear por las animadas calles del centro, llenas de tiendas y buenos restaurantes donde poder disfrutar la excelente gastronomía local, muy vinculada con el mar. Como buen puerto pesquero, los platos tradicionales son los realizados a base de pescados y mariscos. Cabe destacar el arroz de marisco y los pescados a la parrilla.

Estoril es una localidad de la costa muy agradable para pasar tanto el verano como el invierno, debido a la luminosidad de su cielo y a la bondad de su clima. Hasta hace poco era una aldea, pero hoy Estoril atrae a una elegante clientela internacional, por la calidad de sus instalaciones, por su situación con vistas a la bahía de Cascais, por sus playas de arena fina y sobre todo por su famoso casino.

LAGOS – VILLA MOURA – ALBUFEIRA

Salimos temprano hacia el sur de Portugal. Bonitos paisajes atravesando el largo puente sobre el Tajo. Llegamos al ALGARVE, la región del sur en Portugal. Conocimos la histórica ciudad de LAGOS con su puerto desde donde salían las naos portuguesas hacia Brasil y su casco histórico encerrado en sus murallas.

Lagos es una de las ciudades más visitadas en el Algarve y Portugal, debido a su gran variedad de playas, bares, restaurantes y hoteles. También es conocida por su vibrante vida nocturna y fiestas, especialmente durante el verano. Tuvimos tiempo para almorzar. Por la tarde conocimos VILA MOURA con su exclusivo puerto deportivo, uno de los más grandes complejos de lujo de toda Europa. Tras ello, tiempo en ALBUFEIRA, hermosa ciudad costera, pudimos disfrutar de su playa y pasear por su animado centro histórico.

FARO – METROLA – EVORA

Viajamos a FARO, la tranquila capital del Algarve. Seguimos nuestra ruta hacia el ALENTEJO. A orillas del río Guadiana conocimos MERTOLA, antigua ciudad musulmana cuya iglesia fue mezquita, sus murallas, sus calles blancas.

Luego llegamos a ÉVORA a la hora del almuerzo. Tiempo para conocer esta ciudad habitada hace más de 2000 años y que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad, para muchos la más bonita ciudad de Portugal, a nosotros nos encantó.

VILA VICOSA – ALTER DO CHAO – ALMOUROL – TOMAR – FATIMA

Hoy conocimos el centro de Portugal. Una parada en VILA VICOSA con su inmenso palacio en medio del Alentejo. Entre viñedos y pueblos blancos viajamos a ALTER DO CHAO, con su castillo, sus casonas e iglesias. Conocimos también una pequeña aldea de piedra en ALTER PEDROSO.

Por la tarde visitamos ALMOUROL, antiguo castillo medieval en una isla del río Tajo, incluimos paseo en barco. Tras este bonito paseo conocimos TOMAR, ciudad dominada por el CONVENTO DE CRISTO, antiguo castillo-convento de los templarios.

Al final del día, la llegada a FÁTIMA, pudimos presenciar la procesión de las velas, un evento único y al que no todos tienen la oportunidad de asistir, ya que muchas de las visitas a Fátima se realizan de día y no se quedan a dormir en la ciudad.

OPORTO

Tras un tiempo en Fátima viajamos hacia el norte de Portugal. Llegamos a OPORTO, la segunda ciudad de Portugal. Hicimos una visita panorámica de esta ciudad, casco histórico, orillas del Duero; incluimos la visita a antiguas bodegas.

Cuando llegamos a Oporto al atardecer, enseguida pudimos comprobar lo amable que es la gente: preguntamos por un par de sitios que desabamos conocer y nos atendieron mu bien. Esto ocurría cada vez que preguntabamos una dirección.

Oporto es una ciudad costera, con un encanto especial; las embarcaciones que trasportan el vino tradicional, el Oporto llenan las aguas del rio Doro, que divide a Oporto y Gaia, en la region de la Ribeira que es romantica, enigmatica y pintoresca. Antiguos edificios llenos de mosaicos pintados a mano y fachadas espectaculares de piedra. Hay que estar preparados para caminar en calles con pendientes pronunciadas y muchas escaleras, pero esto nos da vistas esplendidas.

Vimos el Puente Luiz construido en 1886 por Eiffel el mismo que la torre Parisina, es singular porque es un puente completamente de hierro y con dos niveles.

El caminar a lo largo de la orilla del Doro es como estar siglos atras, a tu lado vez las embarcaciones que trasportan el Oporto en estas barricas de madera, la mayoria impusadas sin motor, al estilo gondolas de venecia, todas perfectamente pintadas, cuidadas y con los logos propios de las casas vinicolas, al otro lado ves edificios y casas casi magicamente acomodadas, como si hubisen querido mostrar cada una, eso es porque se tienen muchas pendientes en Oporto.

Las avenidas, amplisimas, poca gente es una ciudad, repito, romantica por excelencia. La comida tiene muchos tintes de carne de cerdo y pollo... pero lo mas mas mas destacado es la enorme varidad de pescado.. no se puede ir a porto sin probar el Bacalao, es esquisito, se dice que podrian comer cada dia Bacalao con una preparacion distinta...aaa y acompanarlo con vino verde, otro vino propio del norte de Portugal, es imperdible.